
Me levanto y me arranco las pieles (no las muertas precisamente)
una, otra, la tercera y otra más
duele
me lloran los ojos
aquí huele a cebolla
llego a un centro
y encuentro un corazón picante
lo meteré en la sopa a ver como sabe
pero te lo vas a comer tú
no quiero que se me duerma la boca
las sobras las dejare al sol
a ver si se convierten en mariposas folladoras de retinas insensibles
inexpresivas, imperceptibles
a ver si así la gente llora más
y también se empieza a quitar pieles
y también se empieza a desnudar.
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