martes, 16 de septiembre de 2008

Necesidades


Trastean como locos los órganos acostumbrados a las emociones fuertes,
no tocar durante unos instantes, sin querer, el suelo para sentirse especiales.
Reivindicar el papel de su lugar, predicar posturas y funciones incorrectas.
Alborotados orgasmos distraídos pasean con encanto por la rambla de la gente bien,
de la gente decente.
Se paran pidiendo deseos y se emborrachan de placer.
Caen mojados unos encima de otros, sin parar...sin poder detenerse...
acumulando espasmos no descritos ni posibles de resolver.
Un hígado preñado de placer aginebrado, una pestaña manchada de desencanto y una lágrima sola desubicada entre tanto llanto.
Un riñón contento, emocionado..el container del corazón.
Una pelvis dislocada, alocada, maltratada sin cuidado, a golpes, secos, fríos y obligados.
El estómago sabio ya cansado de reír...
está harto.

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Déjate llevar

Déjate llevar
Fluye...