¿Y no te comerías a alguien muchas veces?

Había una vez una madre y una hija. La hija era la sensación del barrio, todo el mundo la paraba por la calle a saludarla y si podían la tocaban, le daban conversación y le decían a la madre lo rica y dulce que era la niña. La madre estaba muy cansada de escuchar que su hija era la más hermosa bajo voces de alquitran marujeantes de vecinas pedorras. Un día, otro, otro, otro...siempre igual!! no podía más! estaba cansada de sonreir y seguir el rollito vecinita super guay!! Se le empezó a introducir en sus oídos de forma permanente el ritmo cansino de las voces femeninas del mercado, primero una, luego otra, después todas a la vez...en su cerebro acurrucadas todas juntas no dejaban de chillar...no la dejaban dormir y sudaba, daba vueltas y fumaba...se autodiagnostico ligero insomnio y posteriores vómitos que denotaban un serio rechazo a esta tendencia de la gente de decirle lo encantadora que era la niña. El insomnio incrementó y ya no razonaba como antes, ya no hacia la colada ni planchaba, ya no se peinaba ni maquillaba...salía a la calle en zapatillas y pijama y aún asustando a sus vecinas...éstas no cesaban...

- pero que requeteguapa que es tu niña!!! de verdad!!! de verdad que está para comérsela!!!


Su pelo empezó a caer y blanquearse, había olvidado el uso del sujetador y casi no comía...sólo oía esas voces, esos timbres, esos tonos de vecinas cachondas teñidas de rojo gordas cómo una vaca lechera después de tres años sin ordeñar...
Su hija se preocupaba por ella, pero como era tan mona y tan dulce y tan buena y tan gilipollas creía que su madre simplemente pasaba por una etapa de segunda adolescencia y habia decidido recuperar su look de cuando era hippie e ir por el mundo a "lo natural" sin las tetas agarradas, sin depilarse y con el pelo libre al viento...creía que su madre renegaba de éste mundo cada vez más consumista y material y había decidido ser una "radikal".... y ella era feliz porque su madre por fin era libre como una mariposa de las que no tienen colores porque salen por la noche (ligan a través del sentido del olfato como "el perfume" y no por el visual...por eso no necesitan alitas bonitas de colores...pero si si...eso que se te mete por la noche en la cocina y se te pega en la nevera o en el fluorescente a lo que normalmente le metemos un "trapazo" pa que se vaya, ESO! ESO tan feo!! ES UNA MARIPOSA!!!), bueno, a la madre ya le daba igual que le entraran mariposas negras en casa, porque su alma, su cabeza y su corazón se pudrían a cada instante...
Casi no salía de casa, bailaba, canturreaba: qué bonita eres!! te voy a comer!! ay ay ay!!! La hija pensaba que simplemente iba fumada...
También leía y leía y se reía a caracajadas cuando el lobo le decía - paraaa comerte mejor!!! juas! juas! juas!- decía la madre.
Un día salió al balcón de su casa a regar las rosas negras de su alma, a ordenar los trastos viejos de su locura, y a ocultar su corazón sin depilar...casualmente salió en ese momento su vecina de enfrente....y le dijo:

- anda Maria!! quién te ha visto y quién te ve!!! ¿ cómo es que ya no sacas a tu niña tan rica? con lo que nos alegraba a nosotras el día!!!

Maria sacó a la niña al balcón para que la viera la vecina, le dijo que se fijará bien y ésto es lo que vió:(ver imagen superior).

Moraleja: cásate con un hombre feo.